jueves, 26 de marzo de 2009

Y ese mar que tranquilo reclaman...


(¿Te promete futuro conflicto?)

¿Es necesaria tanta histeria?

Imagino que ni los mejores programas de Laura Bozzo (mientras cumplía orden de arraigo en su propio set de televisión) apadrinados por el maestro del espionaje Vladimiro Montecinos parecen tan innecesarios y tan fatigosamente mediáticos como la demanda marítima presentada por Perú ante la corte de La Haya.

Tampoco ha sido ejemplar el trato de algunos representantes políticos de Chile que con un evidente afán de usufructo político (¡Vaya que sabroso es el poder!) y avivando un chovinismo que tiene poca credibilidad y menos seguidores, evalúan posibles dividendos en la semantización de un conflicto armado.

Y es que Chile es un país tan globalmente comprometido que si no es por las Fiestas Patrias -y los días sin trabajo que se dedican a un merecido paseo al Mall- no se expresaría ningún tipo de reacción alérgica contra una supuesta invasión a la soberanía.

jueves, 19 de marzo de 2009

Tocando el sol

(O réquiem para sus intentos fallidos)


Ensayo hermético sobre la condición inviable de la libertad.


Free at last, free at last!! (Martin Luther King)
¿Para qué Mr.King?

Nada más lejano y menos escabroso, nada más infinito y ajeno a nuestras habilidades pedestres.
Más allá de los acogedores y nauseabundos brazos de nuestra aldea. ¿Será necesario ser libre?... ¿escapará la libertad a su prisión sistémica?
Y es que la libertad como quimera ideológica odiosamente obligada, como esencia última y rúbrica perfecta a nuestros anhelos inferiores no tiene cabida en el reino de este mundo; puede deslumbrar como el astro rey pero nunca ser alcanzada. Es un acto de fe y no un atisbo al conocimiento.

La razón me fecunda y se dispara contra los muros de la intolerancia y es allí donde el gran nombre, la esperanza suprema, el plus ultra de nuestro devenir, se desvanece y se oculta merodeando por los abismos de la utopía insulsa. Es claro que la madera, incluso muerta sostiene al árbol, sin embargo no porque algo esté de pie está vivo. El concepto de libertad está de pie, se sostiene, parece vivir, no obstante, arrastra una necrosis terminal y contagiosa. La sed de conocimiento lanza su haz de luz sobre la palabra, ésta, pierde todo valor.