jueves, 26 de marzo de 2009

Y ese mar que tranquilo reclaman...


(¿Te promete futuro conflicto?)

¿Es necesaria tanta histeria?

Imagino que ni los mejores programas de Laura Bozzo (mientras cumplía orden de arraigo en su propio set de televisión) apadrinados por el maestro del espionaje Vladimiro Montecinos parecen tan innecesarios y tan fatigosamente mediáticos como la demanda marítima presentada por Perú ante la corte de La Haya.

Tampoco ha sido ejemplar el trato de algunos representantes políticos de Chile que con un evidente afán de usufructo político (¡Vaya que sabroso es el poder!) y avivando un chovinismo que tiene poca credibilidad y menos seguidores, evalúan posibles dividendos en la semantización de un conflicto armado.

Y es que Chile es un país tan globalmente comprometido que si no es por las Fiestas Patrias -y los días sin trabajo que se dedican a un merecido paseo al Mall- no se expresaría ningún tipo de reacción alérgica contra una supuesta invasión a la soberanía.



Mientras en tierras del suspiro limeño el desorden y la deslegitimación gubernamental es obscena, en el nido del cobre las cosas no andan mejor. La derecha espera casi con obligación -y mucha ansiedad- su turno de gobernar y la izquierda se desenfoca hasta la ceguera.

Qué mejor caldo de cultivo para una disputa memorable. En Perú -al parecer- el amor por la patria es ligeramente más consistente que para los jaguares de sudamérica. Ofrecer mar en una campaña política es rentable por decir lo menos.

En Chile, un fracaso en la Haya sería la sentencia más certera para la coalición de izquierda y navidad para la derecha.

¡Hey, acá arriba! ¿y nosotros?

Pero no todo es tan simple como parece. Hoy levantan la voz desde Bolivia y es que resulta innegable que un fallo favorable a los del Rimac dejaría sin opciones las aspiraciones de mar de los altiplánicos, "un candado sobre otro candado" se oyó decir. Ni siquiera me detengo en la proyección de este pensamiento ya que nunca -hasta donde sabemos- ha existido voluntad política real de entregar mar por parte de los gobiernos de Chile. Sin embargo y como en el pedir no hay engaño, los bolivianos nunca han perdido la esperanza -cosa esquiva en nuestros días- de recuperar una salida al pacífico.

Las opiniones de Evo Morales se suman a este concierto de lamentos y equivocaciones. "La gordura está afectando a Alan García" es lo más simpático que salió de boca del cocalero y los aires enrarecidos llegaron a Lima donde el presidente peruano sentenció que "hace rato Bolivia perdió su salida al mar". Como vemos un altísimo nivel de discusión donde al parecer, el más beneficiado es el mismísimo García que se legitima ante la opinión pública peruana como un defensor de la patria. Por el contrario, Morales asoma como un perdedor sin posibilidad siquiera de dar una batalla.
¿Y los chilenos?
¡Malditos imperialistas! Suena Hermoso a menos que sientan seguridad en acuerdos válidos firmados con su país hermano del norte. Suena a ofensa merecida a no ser de que los acuerdos sean posteriores a la Guerra del Pacífico y por tanto absolutamente vigentes.


La "Working Class"
(se puede prescindir la lectura de este párrafo ya que es sobre gente irrelevante)

A 'doña Juanita' habitante del sur de Chile -esa que mencionaba con tanta calidez el ex mandatario Ricardo Lagos- no le afectan en lo absoluto unos litros más o menos de agua de mar (35.000 kilómetros cuadrados de superficie para ser exactos) apenas puede lidiar con la administración de su bono de jubilación en tiempos de crisis que no le queda tiempo para trazar líneas rectas y/o/u oblicuas desde la costa a las 200 millas.

La pesca artesanal chilena, donde no hay capacidad real de beneficiarse con holgura del bacalao, el tiburón azul y el pez diamante de la zona y que son altamente explotados por los barcos factoría, simplemente recogería sus redes hacia el sur. Un golpe más a un sector con costumbre de postergación.

Qué hablar de la gente del Perú, esa gente normal, la que no cae en las redes de los trucos políticos ¿En qué se beneficiarían? Quizás podría quedar un excedente no importable de los peces capturados en la zona, algo así como dos o tres unidades de bacalao más en el escaparate de alguna pescadería. Pero ¿Quién come bacalao?

¿Quién gana?

Los pueblos no. Las transnacionales sólo cambiarían su proveedor, los políticos inescrupulosos ganarán su minuto de fama ante votantes sin memoria.
El resultado -sea cual sea- es más enemistad y distanciamiento entre vecinos de un mismo continente, menos capacidad de diálogo y nada de democracia ciertamente. Pero eso ya es otro tema.

1 comentario:

  1. Creo que Perú tiene todo para ganar ante La Haya, el más beneficiado va a ser Alan García sin lugar a dudas, quizás como tendrá Perú que esto le sirve como escudo para defenderse ante los Peruanos, ya que todos sabemos lo nacionalistas que son los del Rimac. Esto llevará a más enemistad entre Chile y Perú y quizás a algún rompimiento de relaciones.

    Saludos.

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a continuación expláyese y argumente con cierto grado de lucidez...