Una de las conductas más propias de nuestro ciudadano medio -incluyo periodistas promedio- es la escasa capacidad de argumentación, ya sea por ignorancia o por pecar de cuidadosos a la hora de emitir un juicio que pueda herir ciertas susceptibilidades.
Pero, a la hora de la verdad y sin ser ilusos, hay ciertas 'susceptibilidades' que la prensa -como todo mecanismo de poder- debe respetar para seguir en el juego. De otra forma, podríamos decir que son 'compromisos' que aunque no rayan en lo ilegal directamente, mantienen un lenguaje atenuado y de reserva en los informativos.
Me permito revisar algunos gestos de lenguaje que acusan de manera implícita un control superior a la razón.
Pero, a la hora de la verdad y sin ser ilusos, hay ciertas 'susceptibilidades' que la prensa -como todo mecanismo de poder- debe respetar para seguir en el juego. De otra forma, podríamos decir que son 'compromisos' que aunque no rayan en lo ilegal directamente, mantienen un lenguaje atenuado y de reserva en los informativos.
Me permito revisar algunos gestos de lenguaje que acusan de manera implícita un control superior a la razón.